Abajo de tu cama una vez más...

Pateo bajo tu cama como hace varios años, ¿me recuerdas?... No has cambiado...

  Mira mis colmillos que en tu cuello se clavan; la sangre brota una vez más, desgarro tu entrañas sin conciencia y hago que grites del mal que mi sombra te da... ¿Sabes quién soy?... ¿No me recuerdas?... Soy el titiritero, mi hermosa marioneta. Desde niño contemplo tus movimientos, desde las sombras escribo tu final, te guié en cada caída y en cada camino; soy el dueño de tu vida, me lo tienes que pagar. Hoy vendré a cobrar deudas, es tiempo de pagar...

Siniestro es mi apodo, estuve ahí en la muerte de tu padre, cuando tu hermano tuvo ese accidente, también estuve el día que tu novia te engaño con tu mejor amigo... Yo hice todo esto para traerte aquí, a este punto...  Aquí estaba planeado desde un inicio, aquí debías llegar, después de un largo y duro recorrido, ¿cuánto tienes para pagar?... Tu alma no vale nada y tu corazón es vacío, las deudas se pagan con sangre y, aunque lo pidas, no fío.

Noches largas en vela rezando por otros, se te olvido pedir por tu alma y ahora estás con los monstruos... Has perdido el juego, no hay vuelta atrás, tu vida fue agonía y desconsuelo, no dejaste de lamentarte perdida tras perdida, no viviste... Ven conmigo, te toca sufrir más. Tu alma es tan sucia, hoy la vamos a limpiar...

No soy un demonio ni Lucifer, tampoco de parte de dios te vengo a recoger, soy algo más espantoso; de lo que has de temer, me llaman Destino y el Destino es algo cruel...