Ese niño juguetón y nada maduro, al que no le importa caer, ensuciarse o romper su calzado, el que vive al día y no le importa su apariencia, el que es feliz por dentro y fuera, el juguetón, el que quiere y puede aprender todo. El niño que cree que los juegos son verdaderos y los sueños se cumplirán, el que no come sus verduras por asco y no camina de noche por miedo, a él, que un regalo le alegra el día y un dulce es un premio, ese niño que corre sin cansarse y se pregunta el porqué de los gritos de sus padres.
Tú, el pequeño, débil e indefenso, el del miedo por dentro y fuera, el de la verdadera alegría, el que sueña con la Luna y tiene amigos reales, tú, nunca cambies pequeño, no mueras en mi interior, te protegeré. No, no quiero madurar.
Tu vanidad, ego y arrogancia te resaltan del resto...
Ese joven inmadura que se come el mundo, con más pereza que nobleza y más deseo que amor, no es más que una mente hueca que no entiende la realidad, no capta, no escucha y no ve. Arrogante, mentiroso y vacío, así es el mundo de los jóvenes, y la vanidad su dios. Joven, que compra su felicidad con dinero, cara bonita y mente pequeña, así es tu mundo, así te lo dicta la moda, la falsedad de tus amigos y la frialdad de tus enemigos. Debes verte bien e igual al resto, originalidad, para ti ya nada es eso. Joven, que perdió los sueños de pequeño y no piensa en su futuro, lo que le importa es su ropa de marca, sus aparatos modernos y el sexo, su mayor deseo. Su vocación es terminar con sus padres, berrinches, ataques, enojos, disgustos, inconformidad e insultos, sus armas. Olvido ser feliz para él y prefirió gustar a otros, prefirió cortar sus alas para hacerse una camisa, dejó atrás todo lo que quería, oculta su realidad, por dentro, el intenta escapar de esto, intenta ser como quisiera ser. Su vida es vacía al igual que su mente.
Los años golpean fuerte pero, esos golpes son necesarios para moldearte...
Viejo, cansado y abatido, la vida te pegó duro y sin remordimiento, atacó por todos tus costados, te dejó exhausto y no te dio tiempo de descanso. Mi amigo, el anticuado, al que su hijo le grita y su esposa le pide cosas que el no puede darles. Él que se parte el lomo trabajando y no recibe lo que se le hes merecido, él, que dejó hace mucho sus sueños por mantener una familia que lo menosprecia, Sus deudas son grandes y su salario pequeño, sus sueños en caída libre bajan y es tarde para alcanzarlos, tiene ganas de triunfar pero, su débil cuerpo, no da para más. Su vocación es tirarse a descansar, su mente esta llena de preocupaciones, estrés y problemas, las enfermedades acaban con él, no lo dejan descansa ni mañana ni noche. El viejo que cumple los caprichos y berrinches de una familia mal agradecida, el que da todo y no pide nada. El que pasó de moda hace tanto tiempo, el de los discos de acetato y gustos extraños. El no entiende la moda y no quiere hacerla, sólo quiere estar bien con su familia, sólo quiere lo mejor para sus hijos, aunque, ellos no quieran eso para él. Viejo, casado y aburrido...Él, el viejo, el cansado de la vida, el que... nunca se rinde.
Hijo, antes se amaba con amor...
0 comentarios:
Publicar un comentario