Un bosque encantado II (La tormenta)

Puedes pedir que ya no me acerque a ti, pídeme que deje de hablarte y desea tener la fuerza para ya no querer verme ni buscarme... pero no puedes pedirme que deje de pensar en ti, es todo lo que me queda después de la despedida; después de que mi día se oscureciera, mi bosque muriera y los duendes huyeran...

Inventa mi muerte y olvida mis días, borra los besos y recuerda la despedida... ¡ Olvídalo todo!, que yo lo recordaré por los dos; ni un día deje de pensar en ti, ni un día deje de mirar tu retrato.
Creaste un mundo con tus besos y hay destrucción en tu despedida. El río que en mi fluía, salió de tu boca y se seco con ella misma, hoy las hadas no cantan, hoy las flores se marchitan. Los arboles más grandes han caído, victimas de la fuerza del "destino", los tigres se han devorado a los duendes, y entre osos y jaguares se han acabado... hoy mi bosque arde y mi río ya no suena, los pájaros emigraron a otro lado y las cabras se tiraron de un peñasco...

Las frutas se pudrieron por que ya nadie las come, las hadas marcharon a otro destino, mi corazón de oxido se pinto. El sol que iluminaba mi bosque se fue contigo, ahora ya no hay nada multicolor... es un color sombrío y triste, sólo sombras sin resplandor.
Los tigres mueren de hambre, tu amor ya no los alimenta más, rugen como nunca han rugido... El tigre siguió a su canario y, mientras volaba, lo degolló.

Un rayo cayó en el centro, el bosque ardió sin cesar... el olor a madera y tierra, se cambio por el de humo y carne quemada... El viento grita, no hay donde escapar, la tierra se quema, el mundo es un caos.
Las nubes cayeron del cielo, los arboles que las acariciaban no estaban más... es el final de mi cuento, un final que no tiene final...