Quiero.
Quiero beber hasta inundarme. Quiero fumar hasta volverme ceniza. Quiero llorar hasta vaciarme. Quiero una vida sin ti.
Quiero correr hasta quebrarme. Quiero comer hasta reventar. Quiero escribir hasta callarme. Quiero que no vuelvas más.
Quiero dormir y no levantarme. Quiero follar hasta que mi pene se funda en una vagina. Quiero vida, quiero muerte. Quiero no verte jamás.
Solo otra noche más.
Otra noche más lleno de tu ausencia, galletas y café. Otra noche más de extrañarte y llorarte, de rasgar mis escritos porque mis letras se han ido junto a ti, en un destello. ¿Qué porqué sigo amándote? Te amo porque la noche me recuerda a tu cabello. Te amo porque, a las sombras, yo les tengo miedo. Te amo porque eres paz y esperanza. Te amo porque desconozco otra forma de suicidio.
...
¿Por qué apareces en mis sueños cuándo ya te he olvidado?, ¿por qué llamas a mi puerta si no te estoy llamando? Déjame en paz. Tú eres la que se ha ido dejándome un hueco en el pecho. Porque no importa a quién le escriba. Mis versos siempre tendrán algo de ti.
Déjame en paz.
Te fuiste, dejándome una pluma con tinta de lagrimas, tres botellas de whisky, media cajetilla de cigarros y el corazón en una mano. ¿Qué quieres que haga con esto? No puedo hacer nada más que beber, escribir y olvidar. Olvidar la sed de tus besos. Olvidar la noche en que te fuiste. Olvidar cómo escribir.
miércoles, 7 de enero de 2015
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