A ti.

La vida es un largo sendero lleno de curvas y obstáculos que lo hacen un poco complicado de andar. Troncos en el camino, piedras bloqueando, a veces uno tiene que ingeniárselas para esquivarlos y poder seguir adelante. Sí, es difícil, amigo mío, uno en muchos momentos sólo quiere desistir y quedarse ahí, quieto, rendido, sin hacer nada más por conseguir llegar al final.

Velo de esta manera: imagina que vas por una comarca y vislumbras una gran e imponente montaña. La única manera de seguir es cruzándola. ¿Qué hacer? Tienes que caminar, subir y subir, tratar de conquistarla. Habrá partes donde la pendiente sea muy difícil, donde los accidentes estén a cada metro, donde quieras dejar todo a un lado, gritar a los cuatro vientos lo cansado que estás de cada prueba que te ponen en el camino. Mas no desistas, ese es mi consejo, no te rindas. Diría Benedetti: “No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda”. No te rindas, lucha, siempre sigue. La noche podrá ser oscura pero después de ella siempre habrá luz, fuego, que llenará a tu corazón de alegría y esperanza.

Sube esa montaña, trépala con todas tus ganas, anímate, siente el viento que corre en tu cara, sé libre, disfruta, sonríe, no desistas, pero sobretodo vive, vive cada minuto sin igual, juega, haz lo que quieras. Nunca dejes de ser tú mismo.

Quizá no entiendas esto que te escribo, quizá esperabas un mensaje más corto o algo más sencillo, pero le escribo al niño de dentro de varios años, al niño que ya lleve gran parte del camino, de gran parte de esa montaña nevada en sus piernas. Has recorrido un pedazo, aún te falta mucho más, pero en este instante, en donde has avanzado a un mirador disfruta la vista, ve lo que llevas recorrido y observa lo bello del paisaje. Felicítate por lo hecho, pero observa que falta por andar; mira la montaña y prepárate para lo que sigue. Será un camino muy largo, uno que durará muchos años, aunque te diré que cuando llegues a la cima, al final de todo, tendrás una vista sin igual, del pasado, del presente y del futuro juntos en un solo lugar.

Espero toparte en el camino y ayudarte a recorrerlo; vernos y jugar juntos este juego tan divertido y duro que es el vivir.