Fragmentos sin dueño V

"-¡Cállate! No entiendes lo que es estar sin ella.
-También he perdido personas.
-Nadie como ella.
-Personas que amaba, que quería. Que en su tiempo lo fueron todo.
-Es imposible que lo concibas. No sólo la perdí a ella. Me perdí a mí. Me despedí de una parte de mí. De mi inspiración, ganas de escribir... puedes leerlo en estas líneas.
-No es para tanto. Personas en este mundo hay de más.
-No comprendes. Es para mí imposible deshacerme de sus ojos. En la oscuridad de mi cuarto siento sus besos, acaricio su piel... ¡La odio!
-¿No profesabas sólo amor hacía ella?
-La odio con todo mi amor, un amor interminable. Es un caos de odio y amor. La quiero a mi lado y deseo que se aleje, que no vuelva. Creo que estoy quedando loco.
-No es locura. Alejarse de una persona es parecido a una perdida de cordura... la gente se pierde en recuerdos, en sueños.
-Estoy loco de amor, embriagado de ese néctar agrío que es el amor.
-El amor es dulce.
-Creo que jamás has probado ese asqueroso elixir.
Se levantó y partió, dejando el café frío.
Oh, amigo mío. El escorpión maldito del mal amor te picó por sorpresa, ni yo me percaté de ello. Esa mujer era dulce como la miel por fuera, pero resultó ser agría como vinagre por dentro. Nunca hay que dar todo a una persona, porque siempre puede partir y dejarte sin nada. Amigo mío, le diste tu inspiración, tu pasión y ella se lo llevó".