Eres mía aunque así no lo parezca. Estás con él, pero eres mía. Lo quieres, a mi me deseas. Lo besas e imaginas que su rostro es el mío. Lo tocas y sientes mi piel. Deseas mis labios tanto como yo los tuyos, desatas tu enojo con él, porque no se compara a mi. No comprende tu rabia, no entiende tu irá y no ve que me celas, él te ama y no distingue tu amor hacía mi. Él piensa en ti, las mismas veces que tú en mi. Él respira tu piel y tú sueñas con acariciar la mía. Él te besa y no se imagina que finges. Sueñas conmigo, por dentro gritas mi nombre y quisieras que él fuera como yo. Las mentiras de tu boca ya son su pan diario... todo estará mejor. No entiendes que a todos lastimas, y sobre todo a ti.
Mira sus ojos, están apagados y ahogados entre ríos de mentiras... no aprecias su amor, tú quieres el mío. No deseas querer a otro hombre ni aunque él te ame a ti. Sólo deseas que sea como yo y hasta eso es mentira, tú quieres que yo tome su lugar. No ves la verdad con esos ojos ciegos, no miras que no puedo ser tuyo, aunque seas mía.
Me entregaste tu vista, ya no miras a nadie que no sea yo. Me entregaste tus labios, sólo desean besarme a mi. Me entregaste tu suspiros, cada vez que lo haces es pensando en mi. A mi, a quién no te ha dado nada ni siquiera esperanza...
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