La lluvia y el mar

Él es la lluvia y ella el mar; él depende de ella y ella de él, viven el uno del otro. Él pertenece a ella y ella no es nada sin él; la lluvia viene del mar y regresa al mar, él la refresca y ella lo crea, él la transforma y en ella se entrega. Viven el ciclo del uno para el otro, si uno tropieza el otro pierde; si ella se contamina, él con ella. La vida que está en ella, él lleva la vida de ella a todo el mundo. Él va a Egipto, Roma, Etiopía y  Nicaragua, viaja por todo el mundo, desde un agujero hasta una montaña, pero siempre regresa a ella. Él se vuelve tormenta, y ella le da la fuerza, ya que en tierra no puede volar.

El calor del amor la transforma y de ahí nace él; un amor que no termina, ella lo vio nacer. La espuma del mar se crea con su amor. Él sube después de estar con ella, viaja a otro lugar, pero promete regresar. No tiene vida sin ella. Si ella no existiera, él perecería; sus fuerzas vienen de ella. Él no sabe vivir sin ella y ella no encontraría fuerzas sin él. Ahora bien, está es una historia eterna, en la cual no hay final. Él regresa siempre, nunca la dejó de abrazar, él vive para ella; en ella encuentra paz; cuando está solo es tormento, con ella tranquilidad.