Fragmentos sin dueño II

Bellezas nocturnas.
La luz de tus ojos, la oscuridad de tu cabello, las perlas de tus dientes y el rojo de tus labios, son lo más hermoso de la noche.

Celebrando Halloween.
Caminando descalzo por una calle sin nombre, el viento frío congela las lagrimas de cielo que caen en mi rostro. Se escucha el tallar del acero contra el pavimento. Mis pasos son pesados y mi boca tiene un raro sabor a hierro. Veo luces que pintan todo alrededor, colores azul y rojo, rojo como la sangre del tubo en mi mano. Unos hombres se bajan de sus autos. Veo sus labios moverse, si supieran que soy sordo. "No se preocupen", les digo mientras suelto el tubo de mi mano derecha y abro cuidadosamente la bolsa de mi mano izquierda; tomo los cabellos y levanto la cabeza de mi padre: "¡Feliz Halloween!".