Vianney Rodríguez
Despertar un día, ver el sol, sonreír, y decir:
hoy voy a ser feliz.
arriesgarte a ser feliz, con la condición de que
te pueden herir.
Abrir tus alas, hacer cosas que tal vez no tengan paga,
sólo la satisfacción de volar.
Despertar un día, ver el sol, sonreír, y decir:
hoy voy a ser feliz.
arriesgarte a ser feliz, con la condición de que
te pueden herir.
Abrir tus alas, hacer cosas que tal vez no tengan paga,
sólo la satisfacción de volar.
-Coro-
Y volar, y volar, y volar, hasta el cielo,
y caer, y caer, y caer bajo el suelo.
sonreír y no llorar, valorarte una vez más y saber y poder y
decir, “estoy aquí”.
Y volar, y volar, y volar, hasta el cielo,
y caer, y caer, y caer bajo el suelo.
sonreír y no llorar, valorarte una vez más y saber y poder y
decir, “estoy aquí”.
Valorar
la vida, en cada instante, y saber dar a más y
no ser arrogante.
Porque la vida es así, a veces lloras y sientes morir, pero también
hay que saber reír.
Y qué más da, si la gente piensa que estamos mal, solo tienes que confiar
en ti.
no ser arrogante.
Porque la vida es así, a veces lloras y sientes morir, pero también
hay que saber reír.
Y qué más da, si la gente piensa que estamos mal, solo tienes que confiar
en ti.
-Coro-
Y volar, y volar, y volar, hasta el cielo,
y caer, y caer, y caer, bajo el suelo.
sonreír y no llorar, valorarte una vez más y saber y poder y
decir, “estoy aquí”.
Nada es para siempre, hay que tenerlo bien presente
aprovechar, cuando tengas la oportunidad.
No juzgues nunca tu vida, porque es tuya, y nada más
valórala, quiérela, amala como nunca, ella es la única compañera
asegurada en tu camino.
Y volar y volar, y caer bajo el suelo, sonreír y no llorar, no tener miedo
a tropezar, valorarte una vez más y saber y poder y
nunca, nunca,
te olvides de volar.
Y volar, y volar, y volar, hasta el cielo,
y caer, y caer, y caer, bajo el suelo.
sonreír y no llorar, valorarte una vez más y saber y poder y
decir, “estoy aquí”.
Nada es para siempre, hay que tenerlo bien presente
aprovechar, cuando tengas la oportunidad.
No juzgues nunca tu vida, porque es tuya, y nada más
valórala, quiérela, amala como nunca, ella es la única compañera
asegurada en tu camino.
Y volar y volar, y caer bajo el suelo, sonreír y no llorar, no tener miedo
a tropezar, valorarte una vez más y saber y poder y
nunca, nunca,
te olvides de volar.
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