Siempre me pregunté—con cierto egocentrismo—la causa de que Año Nuevo sea en Enero, la época más fría del año. No le encontraba alguna lógica a que todo comenzara en pleno invierno, donde las plantas marchitas y el ambiente gélido no daban ni un motivo de alegría para lo nuevo. Leyendo un poco, observé que muchos calendarios que se usaban—y usan—en el mundo comenzaban en primavera (Hay otros basados igualmente en el sol, la luna o por el final de la época de cosechas, pero no entraré en detalles, investiguen si desean). Entonces, ¿Cual era la razón para que en nuestra cultura occidental sea el primero de Enero el comienzo de un nuevo año?
Según noté, los romanos también tenían su año establecido. Su calendario comenzaba en marzo (final de invierno y principio de la primavera). Sin embargo, era en el antiguo Enero cuando los cónsules tomaban el poder, además de que preparaban las campañas bélicas contra los celtas con anticipación. Entonces, para que el año político coincidiera con el año civil, se estableció el primero de Enero como el primer día del año. Después de que se instaurara el calendario juliano y su modificación con el calendario gregoriano—el que nos rige actualmente—éste día se convirtió en festividad mundial gracias a la expansión occidental hacia el resto del mundo. Es algo complejo de los calendarios que con gusto luego lo extiendo en otro artículo.
¿No es curioso como algo tan común tiene una gran historia? Es análogo a cada uno de nosotros: todos tenemos una historia que contar para entender el por qué estamos aquí. "¿Qué tanto he pasado para llegar al lugar dónde me encuentro actualmente?". Muchas cosas tuvieron que pasar en éste año para que éso sucediera. Algunos coincidirán conmigo sobre la gran velocidad con la que nuestro ya anciano año pasó por nuestras vidas, pero no tiene caso seguir pensando en éso, mejor contemos nuestras historias que hicieron que éste año fuera lo que fue.
Algunos sabrán muchas de mis historias, unos pocos las habrán seguido por todo éste tiempo. Para mí, éste año fue de muchos contrastes, grandes cambios para mí: de blanco y negro a color, de la frialdad al inmenso calor. En 366 días—gracias al año bisiesto—volví a saborear la miel del amor y la esperanza; lo oscuro y amargo del odio y la tristeza; y la ilusión de la esperanza. Sí, tal vez todo ésto suena exagerado, pero fue mi absoluta realidad, una que hasta no hace mucho había ignorado por completo, haciéndola a un lado para no enfrentarla, para no solucionarla.
Han acontecido diversas situaciones durante todo éste tiempo. Estoy consciente de todos mi errores— de algunos estaré arrepentido, de algunos no—, de todas las cosas que he perdido por mi indiferencia. Me hice mucho daño, a tal punto que casi extinguía la llama que me mantenía vivo. Recordé el significado de muchas palabras: el odio, el rencor, la venganza.
Palabras que poco a poco envenenan tu ser, hasta llegar a verte como alguien irreconocible
Debo reconocer que me perdí en un lugar desolado por mucho tiempo, en el que mis miedos
eran el paisaje cotidiano. Todos los días eran tormentas huracanadas que asolaban cada vez
más a mi pequeña cabaña de madera en la cual me refugiaba sin salir. Me importaba nada lo
demás, solamente le imploraba al cielo que todo acabará, lo único que quería era encontrar la
salida, pero tenía mucho temor en que todo me consumiera y terminaba escondiéndome más.
Bien dicen que hasta que tocamos fondo reconocemos quienes somos y quienes queremos
ser. Un día decidí enfrentar esa tormenta, a costa de mi propia seguridad, con la convicción
ser. Un día decidí enfrentar esa tormenta, a costa de mi propia seguridad, con la convicción
de que nada sería peor que vivir encerrado en la inestabilidad. Es duro muchos cambios, me
cuesta trabajo y esfuerzo; sin embargo, es un camino grato de recorrer y sé que me llevará
a mi destino deseado: la plenitud.
Como un buen amigo me dijo: "Los sueños mueren hasta que muera el soñador".
¿Por qué escribo todo ésto? Es algo que necesitaba plasmar, éste 2012 del calendario
gregoriano me ha marcado mucho y quería contarles en breve el como éstos días ha ayudado
a forjar lo que soy, lo que ustedes ven.
A muchas personas les debo muchas cosas y quería agradecerles todo lo que me han
ofrecido en todo éste tiempo. Se han mantenido varias, algunas se han ido y muchas han
llegado. Aún así, me han dado grandes lecciones de vida e infinitas enseñanzas; de verdad,
no tengo palabras para decirles lo mucho que los aprecio.
Quiero decirles algo más: no usen como pretexto ésto del Año Nuevo para hacer propósitos
que no cumplirán. Si quieren realmente cambiar algo, ¡háganlo ahora! No esperen hasta
mañana para realizar lo que anhelan. Pero si realmente quieren empezar de cero algo nuevo y
lo harán a partir del año venidero, realmente espero y deseo de todo corazón que lo logren;
¡querer es poder (claro, con un poco de esfuerzo)!
Si ya formas parte de mi vida, espero seguir compartiendo momentos contigo y poder seguir
disfrutando de muchos más. Si todavía no, tenemos 365 días para tomarnos un café y charlar
un buen rato, sólo digan el día y con gusto lo hacemos. Tal vez un capuchino estaría bien para
mi, con su respectivo pan por supuesto.
¿Mis metas de éste año que viene? Mejorar en la carrera, duplicar mi biblioteca personal,
volver a recordar todas las capitales del mundo, aprender a tocar Sueño de Amor en el piano,
ahorrar para mis viajes, etc... Son muchas, pero la más importante es el aprender a disfrutar
cada segundo de mi vivir. ¿Suena ridículo? No para mí, son cosas que anhelo y que realizaré.
Es domingo 31 de diciembre por la tarde, mi familia está reunida en la casa. Me les escapo
por ratos para terminar de escribir todo ésto; los niños no me dan mucho tiempo libre. Es
tanta la alegría que puede brindar un niño que no importa el cansancio que cause, vale
infinitamente la pena. Disfruten éstas fiestas con su familia, aprovechen para bien todo lo que
se nos brindan. Amen, quieran, aprecien a todos aquéllos que nos regalan su tiempo y
preocupación; ellos valen más que cualquier tesoro atestiguado jamás.
¿Les dejó una interesante historia que contar éste año? ¿Cuáles son sus metas para el
próximo? Les brindo un cálido saludo y mis mejores deseos a todos. ¡Feliz Año Nuevo!
Pareciera que los años cada vez avanzan más rápido. Tal vez sea ya mi edad o la razón es el
vivir demasiado acelerado. Cual sea el motivo, es mejor disfrutar y vivir en contraste de
quejarse y ser infeliz.
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